Barómetro QIMA Q1: 2016 in Review: Tendencias preocupantes para la calidad y el cumplimiento en las cadenas de suministro mundiales

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QIMA, proveedor líder mundial de servicios de control de calidad y conformidad de proveedores, anuncia hoy su Barómetro del primer trimestre de 2017: información trimestral sobre fabricación subcontratada, calidad de la cadena de suministro y tendencias de conformidad. Los datos de QIMA se basan en 250.000 inspecciones, auditorías y pruebas de laboratorio realizadas en 77 países en 2016.

Geografías de aprovisionamiento: China repunta y Asia meridional aumenta

Las auditorías de QIMA 2016 y la demanda de inspección ofrecen una indicación del atractivo de cada región de aprovisionamiento para las marcas y los compradores mundiales. Tras varios trimestres lentos debido al aumento de los costes laborales y a la fortaleza de la moneda, China volvió a acelerar el ritmo en 2016 (+12,5% interanual). Incluso superó a algunos de sus competidores declarados, como Vietnam, que registró un crecimiento más modesto (+5% interanual), y Tailandia, que se mantuvo sin variación interanual.

El sur de Asia sigue creciendo como potencia manufacturera, especialmente para la industria textil, ya que India y Pakistán registraron un aumento de las auditorías y los volúmenes de inspección del +30,5 % y el +18,2 %, respectivamente, en 2016.

Para hacer frente a los problemas éticos y de sostenibilidad de la cadena de suministro, las marcas recurren a la cooperación a largo plazo con los proveedores

El estado de la seguridad estructural sigue siendo preocupante, ya que el 63 % de las fábricas auditadas en 2016 por QIMA necesitaban medidas correctoras, mientras que el número de fábricas conformes ha descendido del 41 % en 2015 al 37 %. Se detectaron problemas críticos en el 3% de las fábricas, lo que supone una ligera mejora con respecto al año anterior.

Mientras tanto, el cumplimiento ético sigue presentando desafíos: los datos recogidos de las auditorías éticas de QIMA durante 2016 muestran que solo un tercio de las fábricas fueron consideradas conformes. Si bien el número de proveedores que incumplen las normas de forma crítica ha disminuido (27% en 2016 frente a 41% en 2015), una gran parte de los proveedores siguen clasificados como "Ámbar", lo que indica la necesidad de mejorar a medio y largo plazo. Entre las principales preocupaciones en materia de cumplimiento ético se encuentran una serie de infracciones laborales, como las horas extraordinarias forzadas, el acoso sexual, el trabajo infantil, los trabajos forzados y la explotación de refugiados.

El cumplimiento de la normativa medioambiental también fue desigual en las cadenas de suministro mundiales en 2016. Según los datos de QIMA, más del 36 % de las auditorías no superaron las expectativas este año, un 5 % más que en 2015. En general, muchas marcas no están dispuestas a comprometerse con el cumplimiento de la norma ISO 14001 desde el principio, sino que prefieren aspirar a las normas legales mínimas aplicables en su país de abastecimiento.

No obstante, cada vez son más las empresas que se comprometen con objetivos de sostenibilidad a corto y largo plazo, fijando objetivos para 2020 y más allá. "La concienciación y cooperación de los proveedores es crucial para el progreso", afirma Sebastien Breteau, Fundador y Consejero Delegado de QIMA. "Hemos creado programas de formación y talleres para educar tanto a clientes como a proveedores sobre el cumplimiento ético, estructural y medioambiental, y esperamos un aumento de la demanda de programas similares a lo largo de 2017."

Tendencias en la calidad de los productos: Resultados preocupantes en general, situación contrastada por países e industrias

En general, en 2016 se ha producido un deterioro de la calidad de fabricación de los productos de consumo en todo el mundo: Tasa de fallos de QIMA en las inspecciones de productos en fábricas ha crecido un +8,8% en 2016 frente a 2015, con un 35,8% de todas las inspecciones con un nivel de defectos superior al aceptable.

La calidad de la fabricación china fue comparativamente mejor, y se mantuvo estable con respecto al año anterior, con un 32,4% de todas las inspecciones in situ en las que se encontraron más defectos de los permitidos, mientras que Vietnam mostró una modesta mejora, reduciendo el porcentaje de inspecciones fallidas al 29,0%, desde el 35,1% del año pasado. Por el contrario, en el sur de Asia la calidad se deterioró considerablemente en todos los ámbitos: India, Bangladesh, Pakistán y otros países registraron aumentos de dos dígitos en los porcentajes de inspecciones fallidas.

Entre las industrias cubiertas por los datos de QIMA, el sector textil fue el más propenso a los problemas de calidad, ya que el 41,6% de los productos inspeccionados no cumplían las especificaciones. Por el contrario, la calidad de la fabricación de juguetes y productos juveniles mejoró ligeramente en 3 puntos, hasta el 30,3% de las inspecciones rechazadas.

En contraste con la degradación de los niveles de calidad de fabricación en fábrica, en 2016 se han registrado resultados bastante prometedores en las pruebas de seguridad y rendimiento de los productos en laboratorio: Las tasas de fracaso de las pruebas de laboratorio QIMA en general han disminuido un -11,4 % en 2016, con un 3,3 % de todas las pruebas fallidas. Parece que, si bien las marcas y los fabricantes han mejorado a la hora de diseñar y concebir adecuadamente sus productos para que cumplan las normas internacionales, es cuando comienza la producción en masa cuando surgen la mayoría de los problemas de calidad.

Además, una mirada más allá de esta cifra globalmente alentadora de los resultados de las pruebas de laboratorio muestra una realidad más dispar. Por ejemplo, aunque la demanda de relacionados con REACH en la UE se ha disparado este año, los resultados no han sido tan buenos, ya que los porcentajes de fallos se han triplicado interanualmente. Los porcentajes más elevados se registran en torno a ensayos de ftalatoscon hasta un 5,4% de pruebas que no cumplen los requisitos de seguridad, lo que indica productos potencialmente nocivos.

KPI clave del barómetro QIMA

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