Programa de pruebas de productos más eficaz con intervenciones basadas en datos

Cada marca y minorista es responsable de garantizar que sus productos cumplen los requisitos de su mercado de destino, y no hacerlo puede dar lugar a retiradas del mercado, cuantiosas multas y demandas judiciales. Optimizar el coste de un programa de pruebas es un reto especialmente relevante para los modelos de negocio con márgenes intrínsecamente estrechos, como las tiendas de descuento.

Este caso práctico demuestra cómo QIMA ayudó a un importante operador de una cadena de descuento a reducir el coste de su programa de pruebas identificando y abordando las causas fundamentales de los elevados índices de fallos en las pruebas mediante un análisis detallado de sus datos de abastecimiento.

Estudio de caso

Antecedentes del cliente

El cliente es una cadena de descuento que opera más de 14.000 tiendas minoristas en todo Estados Unidos. Tras la recesión de 2008-2009, el cliente experimentó un rápido crecimiento a medida que más consumidores buscaban mejores ofertas, lo que ha llevado a que los ingresos del cliente se disparen de 6.000 millones de dólares en 2011 a 22.000 millones de dólares en 2019. Durante ese periodo, el cliente también amplió notablemente sus operaciones de comercio electrónico.

¿Necesita más información?

Al ponerse en contacto con QIMA usted acepta nuestra política de privacidad y nuestros términos y condiciones.

El rápido crecimiento y el aumento del comercio electrónico aumentaron las necesidades de control de calidad, pero el uso de medios tradicionales con socios de control de calidad que no disponían de análisis de datos no lo consiguió. Como "tienda de descuento extremo", tienen que operar con márgenes muy ajustados, por lo que es necesario ahorrar costes operativos para mantener el éxito.

Desafío

El rápido crecimiento del cliente hizo que aumentaran las necesidades de control de calidad y ensayo de productos. Esto era especialmente relevante para sus canales de distribución de comercio electrónico, ya que las compras en línea corren un mayor riesgo de sufrir problemas de calidad, al ser entregadas a los consumidores directamente desde los centros de distribución y eliminar así la posibilidad de que el personal de la tienda o los propios consumidores detecten defectos en los productos antes de la compra.

Antes de acercarse a QIMA en 2017, el cliente luchaba con una alta tasa de fallos en las pruebas en su cadena de suministro. Aunque el cliente contaba con un programa de control de calidad y pruebas, se basaba en métodos tradicionales y socios de control de calidad sin capacidad de análisis de datos, lo que le impedía identificar y abordar las causas fundamentales de las altas tasas de fallos en las pruebas de su cadena de suministro.

Como resultado, las intervenciones existentes en la cadena de suministro del cliente pudieron evitar que se enviaran productos no conformes, pero el coste estimado de la repetición de los trabajos y las pruebas ascendía a 266.000 USD al año. Con su modelo de negocio de "tienda de descuento extremo", el cliente opera con márgenes muy ajustados y requiere una optimización constante de los costes para seguir teniendo éxito.

El cliente se dirigió a QIMA, proveedor líder de soluciones inteligentes integrales para mejorar la calidad y el cumplimiento, en busca de un socio orientado a la tecnología capaz de analizar volúmenes masivos de datos de abastecimiento con el fin de identificar y eliminar los puntos conflictivos en materia de calidad y cumplimiento, y mejorar el rendimiento de los proveedores a largo plazo.

Aplicación

Tras hacerse cargo del programa de pruebas de productos del cliente, QIMA pudo recopilar un gran volumen de datos sobre el rendimiento de productos y proveedores, que se sistematizó y analizó en la plataforma de calidad inteligente de QIMA. Al inicio de su colaboración con QIMA, las tasas globales de fallos en las pruebas de los productos del cliente se situaban en torno al 3%.

El acceso a los datos detallados de las pruebas mostró que la mayoría de los fallos en las pruebas de los productos se debían a la infracción de los requisitos de etiquetado, la mayoría de los cuales podían atribuirse a 3-4 proveedores concretos. A partir de esta información, QIMA desarrolló una estrategia triple para mejorar la calidad y la conformidad de los productos en la cadena de suministro del cliente:

  • Formación de los vendedores: formación de los vendedores sobre los requisitos de etiquetado pertinentes (dando prioridad a los vendedores con mayor índice de fallos en las pruebas), con el fin de mejorar el diseño de las etiquetas.

  • Formación del cliente: formación del personal del cliente sobre los requisitos de etiquetado pertinentes, para que puedan asesorar a los vendedores sobre la cuestión.

  • Cooperación: colaboración con el cliente para establecer una fase adicional de verificación durante el proceso, en la que el proveedor enviaría la etiqueta diseñada al laboratorio de pruebas para su revisión antes de pasar a la producción en serie.

La capacidad de QIMA para recopilar, analizar y poner a disposición del cliente datos detallados sobre abastecimiento y pruebas fue decisiva para el éxito del programa. Por su parte, la experiencia de QIMA en el sector y el mercado, combinada con su presencia en las regiones de aprovisionamiento y su dominio de los idiomas y la cultura de los proveedores, permitió una cooperación fluida y productiva entre todas las partes. El enfoque de QIMA, centrado en la educación y la cooperación, resultó muy eficaz para evitar que productos no conformes entraran en la cadena de suministro del cliente.

Impacto

En los cuatro primeros meses de colaboración con QIMA, la tasa de fallos en las pruebas de la cadena de suministro del cliente descendió del 3% a menos del 1%. Esta mejora inicial fue especialmente significativa porque se produjo antes de la temporada alta del cliente, lo que le supuso un ahorro de aproximadamente 65 000 USD en el primer mes de su temporada alta.

En el futuro, QIMA supervisó las tasas de fallos en las pruebas en la cadena de suministro del cliente y observó una nueva reducción a una media del 0,3 % en 2017. En última instancia, la reducción de las tasas de fallos en las pruebas ascendió al 80 % en los primeros cuatro meses de cooperación, y al 90 % a lo largo de 2 años de asociación, lo que se traduce en un total de 1,8 millones USD de ahorro de costes hasta la fecha. Cabe destacar que el ahorro de costes por sí solo supera el coste total de todo el programa de pruebas del cliente con QIMA.