Estudio de caso
Antecedentes del cliente
El cliente es un gran conglomerado europeo de artículos de lujo formado por una serie de marcas subsidiarias gestionadas de forma independiente.
Desafío
QIMA comenzó a trabajar con el cliente en 2014. En ese momento, cada una de las marcas del cliente tenía su propio enfoque de cumplimiento social y auditoría medioambiental. Algunas marcas estaban más avanzadas con programas robustos, mientras que otras tenían muy pocas normas en vigor. Con la falta de normas coherentes, era muy difícil para el cliente verificar el cumplimiento social y medioambiental de los proveedores en todos los ámbitos.
Aplicación
Gracias a la experiencia de QIMA en el establecimiento de programas integrales de auditoría a escala internacional, estábamos en condiciones de aplicar un proceso riguroso y cohesionado a la forma en que las marcas del cliente llevan a cabo las auditorías sociales y medioambientales.
Al principio trabajamos con una de las marcas filiales que tenía el programa de auditoría más avanzado, ayudándole a establecer un nuevo protocolo de auditoría adaptado a sus necesidades empresariales particulares. El nuevo protocolo de auditoría incluía auditorías de vecinos, en las que nos quedábamos 30 minutos después de terminar la auditoría de la fábrica para entrevistar a las empresas vecinas y conocer los hábitos de la fábrica y sus trabajadores, por ejemplo, si vuelven a trabajar después de que haya terminado el turno.
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Se ha añadido un paso adicional al protocolo, que consiste en pedir información a la fábrica y al auditor sobre cómo ha ido la auditoría, con un informe basado en hechos que se envía al cliente. También proporcionamos un documento que incluye referencias comparativas con otras fábricas del mismo país o sector.
Impacto
Con el tiempo, empezamos a trabajar en colaboración con cada vez más marcas filiales y con el grupo de sostenibilidad social del cliente para aplicar el mismo protocolo en todas las marcas, actuando en última instancia como fuerza motriz para crear un enfoque de auditoría estandarizado a nivel de grupo para el cumplimiento social y la auditoría medioambiental, y aumentando el nivel de concienciación sobre la auditoría.
Independientemente de si una marca utiliza el protocolo de auditoría de QIMA, sus propias normas o un marco reconocido internacionalmente, el informe de auditoría debe incluir ahora un resumen detallado de las conclusiones, lo que facilita la comparación y el intercambio de resultados entre protocolos.
Desde 2014, el número de marcas que utilizan el protocolo estandarizado de auditoría de QIMA ha pasado de una a 20, y sigue creciendo cada año. En 2020, los auditores de QIMA identificaron un total de 2.407 incumplimientos que fueron resueltos por el cliente.