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Los consumidores impulsan el cambio en el mar con la liberación de 2.000 trabajadores esclavos de la industria pesquera tailandesa

30 sep 2015

Hong Kong, 30 de septiembre de 2015 - QIMA, empresa mundial de ensayos, auditorías e inspecciones, ha publicado hoy su último libro blanco sobre la esclavitud moderna, una realidad muy preocupante que se entreteje en casi todas las cadenas de suministro del mundo.

La magnitud del problema se estima en 27 millones de esclavos en todo el mundo, la inmensa mayoría de los cuales trabajan en la confección de prendas de vestir y textiles, la pesca, la minería y la construcción.

"Huelga decir que esto significa que la inmensa mayoría de los consumidores del mundo se están beneficiando involuntariamente del trabajo esclavo de una forma u otra, es decir, a través de productos baratos", afirma Sebastien Breteau, Director General de AI.

Con la reciente noticia de la liberación de 2.000 trabajadores esclavos en la industria pesquera tailandesa, nuestro informe analiza cómo el mundo está conociendo poco a poco el verdadero alcance del problema y cómo los consumidores están impulsando un cambio radical al exigir una total transparencia de las cadenas de suministro.

"La concienciación de los consumidores ha empezado a aumentar; casos como los de Nestlé se deben a consumidores preocupados que no quieren apoyar el trabajo esclavo, independientemente de lo lejos que se encuentre en la cadena de suministro", afirma Breteau.

Para respaldar los esfuerzos de los consumidores, existen varias leyes que añaden el peso legal necesario, como la introducción a principios de este año de la Ley de Esclavitud Moderna del Reino Unido, que obliga a las empresas a partir de cierto tamaño a examinar toda su cadena de suministro para detectar posibles infracciones.

"La mayoría de la gente cree que la esclavitud terminó hace más de cien años. En realidad, no se ilegalizó en todo el mundo hasta 2007 y, lo que es peor, sigue sin disminuir. Está muy extendida en mercados en desarrollo clave como China, Pakistán e India, países que también son potencias mundiales de producción. Creemos que a medida que aumente la concienciación de los consumidores, la presión sobre las empresas y los gobiernos para que tomen medidas garantizará que empecemos a ver el final de esta oscura mancha del siglo XXI", concluye Breteau.

Contacto de prensa

Correo electrónico: press@qima.com

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