Abundan los sitios web dedicados a la seguridad de los juguetes, y por buenas razones. Organizaciones como PlaygroupNSW.org proporcionan abundante información y enumeran los problemas de seguridad más comunes que padres, cuidadores y profesores deben tener en cuenta antes de presentar un juguete a un niño. Estos sitios garantizan que no se pase por alto ningún problema de seguridad conocido.
Para su empresa de juguetes y productos infantiles, familiarizarse con estas listas de comprobación de la seguridad de los juguetes es una buena manera de alinear el enfoque de sus pruebas con las preocupaciones de seguridad que tienen su origen en condiciones de la vida real.
Este enfoque centrado en la seguridad también debe tener en cuenta la importancia de utilizar el servicio de pruebas de juguetes más cualificado y dedicado disponible. Estas son algunas de las consideraciones más frecuentes e importantes cuando se piensa en la seguridad de los juguetes.
Adecuación a la edad
Se ha investigado mucho sobre la adecuación de los juguetes a su grupo de edad. Según la designación de la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC), hay diez grupos de edad específicos, que empiezan con "Desde el nacimiento hasta los 3 meses" y llegan hasta "Desde los 9 hasta los 12 años". Las clasificaciones por edades se basan en parte en la psicología infantil, el desarrollo de la motricidad y la anatomía.
En particular, la mayoría de los mercados de juguetes de todo el mundo han impuesto una prohibición específica de todas las "piezas pequeñas" para su uso en juguetes destinados a niños menores de 3 años con el fin de evitar riesgos de asfixia, y las especificaciones estadounidenses 16 CFR 1501 para la identificación de piezas pequeñas se emulan en todo el mundo.
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Seguridad de los imanes
Recientemente se han retirado del mercado varios productos que contienen imanes diminutos, pero muy potentes, fabricados con un metal de tierras raras llamado neodimio. Debido a su fuerza, estos imanes pueden pellizcar tejidos y agujerear el estómago o los intestinos si se ingiere más de uno, y solo pueden extraerse mediante cirugía.
Normas internacionales como ASTM F963, EN 71-1 e ISO 8124-1 exigen etiquetas de advertencia en todos los juguetes que contengan imanes que se puedan tragar. La etiqueta debe describir el peligro y declarar que el producto no es apto para niños menores de 8 años.
Maquillaje para sustancias de juguete
Los niños no tocan los juguetes a la ligera. El nivel medio de contacto corporal prolongado es suficiente para que cualquier sustancia barata y peligrosa que pueda contener un juguete sea absorbida por el cuerpo del niño y pueda causar efectos peligrosos para la salud a largo plazo. Por ejemplo, la mayoría de los mercados nacionales, incluidos Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, están eliminando rápidamente los ftalatos de los juguetes debido a sus propiedades toxicológicas.
Sin embargo, estudios recientes siguen encontrando ftalatos en una serie de juguetes vendidos en mercados "libres de ftalatos" como Estados Unidos. La notificación y declaración inexactas de estos productos pueden seguir siendo demasiado habituales como para que nadie dé por sentada ninguna declaración de conformidad sin la debida verificación de laboratorio.
Puntas y bordes afilados
También en este caso, como se detalla en la norma 16 CFR 1500.48, se tiene en cuenta específicamente la adecuación a la edad. La norma 16 CFR 1500.48 mide los "requisitos técnicos para determinar una punta afilada en juguetes y otros artículos destinados al uso de niños menores de 8 años".
Durabilidad
El hecho de que un juguete no resista el desgaste durante el juego habla de la baja calidad de los materiales y/o los métodos de producción, y señala el desprecio del fabricante por la seguridad. Los productos que se agrietan con facilidad pueden crear bordes afilados o piezas pequeñas; mientras que los tintes baratos pueden perder la solidez del color tras una manipulación prolongada o el lavado a máquina.
Las normas de ensayo adecuadas, como la EN 71-1&3, abordan específicamente las propiedades físicas, mecánicas y químicas de los productos infantiles mediante docenas de pruebas de calidad válidas.
Niveles de ruido
Si bien es fácil ver cómo productos como las armas de juguete y ciertos dispositivos electrónicos necesitarían una estrecha vigilancia para proteger la audición de un niño de 12 años, artículos menos obvios como sonajeros y juguetes que se aprietan están siendo reconocidos como potencialmente dañinos para los oídos de un bebé. La norma EN 71-1 se revisó en 2013 para incluir pruebas de niveles sonoros seguros en productos de juguete para todos los grupos de edad.
Otras consideraciones y retiradas de juguetes
Existen pruebas de conformidad para medir las cualidades de seguridad de un juguete desde todos los ángulos: desde el potencial de inflamabilidad hasta el embalaje y etiquetado adecuados. Sin embargo, quizá la casilla más importante en la lista de verificación de un consumidor sea el historial de retiradas de productos de una empresa juguetera.
La CPSC publica habitualmente informes de retirada de productos que incluyen juguetes, equipos y prendas de vestir infantiles, junto con nuevas alertas de seguridad, a medida que surgen peligros relacionados con productos hasta ahora desconocidos.
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A lo largo del proceso de diseño y fabricación de juguetes, la forma más segura de dar vida a su visión como el juguete más seguro y divertido posible es asociarse con un servicio experimentado de pruebas e inspección de laboratorio.
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Cuando usted se mantiene conectado a las verdaderas normas de seguridad de los juguetes, sus juguetes permanecerán conectados de forma segura al mundo de los niños.
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